La senadora y candidata presidencial de la DC, Carolina Goic, en compañía del ex ministro Jorge Burgos, le entregó al jefe de gabinete, Mario Fernández, una propuesta de gestión integral de emergencias, donde incorpora y proporciona un rol más activo a las Fuerzas Armadas “Tenemos que ser capaces de actuar antes, antes que un incendio se descontrole y lo mismo respecto de emergencias donde la naturaleza seguirá golpeando a la población (…) Lo que hemos planteado en este nuevo diseño de gestión de emergencia, en el que las fuerzas armadas tengan un rol más activo, sobre todo en tiempo de paz, hay un contingente importante que puede aportar desde la logística y equipamiento”.
LA PROPUESTA
1.- ONEMI
El proyecto de nueva institucionalidad o nueva ONEMI presentado por Sebastián Piñera en 2011, era el mismo modelo con diferente nombre. Nos opusimos y trabajamos por modificarlo siguiendo buenas prácticas internacionales. Pero no hubo disposición para hacer cambios.
Colaboramos activamente con el gobierno actual para hacer las modificaciones estableciéndose un avance importante, por ejemplo, en comprender que los sistemas modernos son:
• Comunitarios, con un enfoque desde y hacia las personas, y no como el nuestro que es desde y hacia las instituciones, fragmentado y que funciona sobre el daño.
• Desde la base y no centralizados como es hasta la fecha. Donde se privilegia la organización y entrenamiento comunitario debidamente encadenado con municipios empoderados, con capacidades y recursos.
• Buscan anticipar y trabajan permanentemente sobre la mitigación-prevención, preparación, respuesta, recuperación. Pues las emergencias no se reconstruyen, se recuperan, pues incluyen las actividades de reconstrucción, pero por sobre todo la recuperación del bienestar social, emocional, físico y económico de las personas y sus comunidades.
• Donde exista claridad en las líneas de autoridad, especialmente en la respuesta a la emergencia.
Aun se puede mejorar, pero es urgente aprobar dicha institucionalidad a la brevedad. Es entendible que durante estos años haya existido resistencia al cambio (focalizar en ONEMI) pero las emergencias, un modelo e institucionalidad obsoleta, nos urgen a concretar el cambio, algo que es solo un paso, pues tomará años
hasta que el cambio real, que es el cultural, se materialice. Para ello, la experiencia internacional nos muestra que se requiere una adecuada institucionalidad, un modelo de gestión que siga las mejores prácticas internacionales, autoridad y liderazgo.
Tenemos un modelo de gestión con 40 años de atraso. Algo que la presidenta también acogió y expresó con claridad en el mensaje que acompaña la indicación sustitutiva ingresada en 2014.
Tenemos una institución desprestigiada, que solemos verla en puntos de prensa que reporta los daños, pero que está lejos de ser la institución robusta, confiable, y del nivel que nuestras comunidades merecen y acorde al desarrollo de nuestro país. Fortalecer sus capacidades, dotarla de más recursos económicos y técnicos resulta fundamental (el presupuesto actual de ONEMI es de poco menos de $14.000 millones).
COMPROMISO
Me reuniré con nuestra bancada de senadores y diputados para discutir este importante proyecto y re impulsar su discusión ante el Ejecutivo. Lo mismo haré ante el ministro del Interior para que haga lo propio y agilice su discusión en el Senado (Comisión de Gobierno Interior). Este es un proyecto prioritario en materia de Seguridad Pública, que para nosotros implica protección y bienestar de la comunidad y no se restringe solo al crimen y lo policial.
Haremos lo que esté en nuestras manos como parlamentarios para que el proyecto de ley que reemplaza la ONEMI sea aprobado dentro del presente año. De no ser así, será prioritario durante nuestro gobierno y realizaremos los esfuerzos necesarios para que se apruebe durante el próximo año.
2.- CONAF
A fines de 2011 y principios de 2012 grandes incendios en Valparaíso, la zona sur ( incluso significó la muerte de brigadistas de una empresa forestal) y el devastador incendio en Torres del Paine (17 mil hectáreas) me llevaron a impulsar junto a la bancada DC una comisión investigadora que permitió develar una serie de deficiencias y proponer medidas concretas al Gobierno de Sebastián Piñera, las que lamentablemente no fueron escuchadas y que hoy toman relevancia frente a la catastrófica temporada que hemos tenido este verano. (Entrenamiento normado para brigadistas, equipo de protección personal normado para brigadistas, detección oportuna, rápida y contundente respuesta para evitar propagación en incendios complejos, entre otras cosas que señalé en dicha comisión)
Hay medidas estructurales y de largo plazo como es la institucionalidad. El gobierno ha ingresado el proyecto de una nueva CONAF, un servicio forestal, que reemplaza la actual Corporación privada que es CONAF. Pero es una medida que implicará una larga discusión y tiempo, mientras los incendios no esperan, mientras las comunidades y el medio ambiente también nos demandan acciones de corto plazo.
El 1% de los incendios genera el 70% del daño. Es decir, unos pocos incendios que se propagan y que no son contenidos en sus inicios generan el 70% de la superficie afectada; ese es el promedio histórico que dado el cambio climático y la falta de preparación puede ser aún peor, si nos anticipamos bajo el esquema actual.
Esta temporada el número de incendios ha disminuido casi un 25% respecto de los últimos cinco años y también respecto de la temporada pasada, es decir claramente nuestro problema urgente no es el número de incendios, algo que por cierto no debe descuidarse. Esta temporada tuvimos 613 mil hectáreas quemadas, casi 1400% más que la temporada pasada y 700% más que el promedio de los últimos 5 años. Pero sin duda la cifra más clara es cuando comparamos las 613 mil hectáreas de esta temporada con las casi 55 mil del promedio histórico.
Si bien esta temporada ha sido altamente catastrófica, no es un hecho aislado. En los últimos cinco años se han presentado las tres temporadas más catastróficas desde que se lleva registro en Chile, desde la década de 1960
– 2013 – 2014 con 105 mil hectáreas.
– 2014 – 2015 con 128 mil hectáreas.
– 2016 – 2017 a la fecha 613 mil hectáreas
(Las temporadas se miden de julio a junio del año siguiente).
PROPUESTA
Cambiar la configuración de combate.
Para la temporada que viene: impulsaremos las siguientes medidas y se las plantearemos el Gobierno
– Aumentar el número de brigadas forestales y el uso de maquinaria.
– Dotar a las brigadas de entrenamiento bajo norma de reconocimiento en países como Canadá y/o USA, así como de equipo de protección personal normado y certificado.
– Establecer brigadas altamente especializadas activas durante todo el año y dotadas de recursos y capacidades para combatir en condiciones complejas (por ejemplo, de noche)
– Combate aéreo nocturno – incorporación de aeronaves con tecnología ad-hoc
– Hoy tenemos aeronaves de hasta 3.100 litros de descarga, insuficiente para combate contundente de este 1% de incendios que genera el 70% del daño. Por eso, ampliar la gama de aeronaves hasta 6 mil litros, que presenten versatilidad, precisión y contundencia.
– Incorporar aeronaves del Estado (FF. AA y Carabineros) principalmente helicópteros, para apoyo en el combate.
– Adquirir dispositivo que permita adaptar uno o dos aviones C-130 para combate de incendios forestales (dispositivo MAFFS que se sube al C130 y lo deja temporalmente disponible para combate y descarga de 10 mil litros) Lo anterior para la temporada que viene. Vía adquisiciones (MAFFS, canastos para helicópteros FF. AA y Carabineros) y arriendo (como es hasta la fecha y en la mayor parte del mundo)
– Integrar al personal de las FFAA de manera permanente, con la instrucción y el equipamiento necesario, en el diseño y estrategia de reacción ante todo tipo de emergencias que ocurran en nuestro país.
2018-2019
Adquirir bajo presupuesto de las FF. AA dos aviones multipropósitos anfibios, utilizables todo el año para operaciones de emergencia, traslado de pasajeros, carga, patrullaje marítimo, entre otros, y especializados en combate de incendios forestales (CL 415 es un ejemplo aproximadamente U$ 37 millones cada uno) el costo es alto, pero se rentabiliza al poder ser usado todo el año.