El 05 de octubre es una fecha clave para nuestra democracia. Con la derrota del dictador por la vía electoral y el consiguiente triunfo del “No”, se consolidó el espíritu democrático de nuestro pueblo. La gesta liderada por hombres y mujeres de profundas convicciones democráticas y amor por nuestra patria marca un antes y un después en nuestra historia. De alguna manera, recibimos este hito como una muestra de entrega y compromiso con la construcción de un mejor país, uno más libre, más igualitario, más justo, digno y desarrollado para todos y todas.
La Democracia Cristiana jugó un rol central a través de liderazgos preclaros que llenan de orgullo nuestra militancia, hablamos de Gabriel Valdés, Eduardo Frei Ruiz Tagle, Manuel Bustos, Rodolfo Seguel, María Rozas, Carmen Frei Ruiz Tagle, Andrés Zaldívar, entre tantas y tantos militantes que anónimamente se la jugaron por el fin de la dictadura. Mención especial requiere quien fuera central en la consolidación de la transición a la democracia: Patricio Aylwin Azócar. Un líder que, con sabiduría, templanza y acción, titularía este capítulo de la historia como “el re-encuentro de los demócratas”.
En la figura de Aylwin está encarnado nuestro amor y vocación por Chile, la construcción de acuerdos, de una patria justa y buena para todos y todas, sin exclusiones. Líder de una visión de mundo que nos reunió por primera vez en la historia con quienes se convertirían en nuestros aliados históricos, mismos con los que conformamos la “Concertación de Partidos por la Democracia”, la coalición política más transformadora, relevante y exitosa de nuestro país.
El 05 de octubre es el puntapié inicial del país que tanto anhelamos construir, uno donde prima el ánimo de encuentro y acuerdos para transformar Chile. En la actualidad, tenemos un desafío similar. Nuestra democracia se ve en jaque y la percepción mayoritaria de nuestra población es que estamos “estancados” como país. La polarización es opción de algunos que ven como sus discursos consiguen el aplauso fácil, pero es de corto aliento. El encuentro también es una opción y es el camino que verdaderamente nos llevará al desarrollo de un mejor país. Lo fue antes, lo será hoy.
Nosotros, las y los democratacristianos a 35 años del 05 de octubre confirmamos nuestro amor por Chile, la vocación de diálogo y acuerdos para garantizar una mejor calidad de vida para los chilenos y chilenas. Hoy, estamos más comprometidos que nunca con nuestro futuro.
Alberto Undurraga
Presidente Nacional Democracia Cristiana