Queridas y queridos colegas,
Quiero comenzar estas palabras agradeciendo su respaldo para asumir esta importante misión.
Gracias por la confianza.
Yasna, tu liderazgo en estos cinco meses quedará marcado de manera indeleble en este Senado. Tu preocupación, vocación de servicio y constante perseverancia para que cada ciudadano de esta tierra pudiera enfrentar la crisis más profunda que ha vivido el país en los últimos 40 años, será siempre recordada. Por esa misma razón, se que nuestros compatriotas te reconocerán y apoyarán en la aventura que emprendes, donde contarás con nuestro respaldo y compañía. Tienes en mi una aliada para todo lo que viene. Cuenta con ello siempre.
“Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, nos cambiaron todas las preguntas”, es una de las frases que más se repiten cuando conversamos con la ciudadanía. Pareciera existir un ánimo desesperanzador respecto al porvenir. Y es que luego del estallido social, la democracia, en general, y la política, en particular, han quedado desfasadas de las necesidades de la población. Cuestión que se ha agudizado en pandemia. Una pandemia que ha derivado en una crisis múltiple, tanto en la estructura social, como también en el hogar y el seno familiar de cada uno de los hombres y mujeres de nuestra patria. Un agradecimiento a los miles de profesionales y técnicos de la salud y educación de nuestro país, que han afrontado con hidalguía los desafíos inesperados de la pandemia.
Las pérdidas son incalculables, la primera, de vidas humanas, un tremendo dolor por cada uno de los miles de compatriotas que nos han dejado. (“Pido por todos ellos un minuto de silencio”.)
También ha habido otras pérdidas. Del empleo y de la calidad de vida, las que han afectado directamente el espíritu de nuestras familias, sin embargo, algunos frívolamente, se negaron a conectar empáticamente con la realidad que enfrentábamos.
En ese contexto, hemos visto el despliegue y la performance de distintos actores que tienen la potestad de representar al pueblo de Chile. Hablo del gobierno y del Parlamento.
También, hemos sido testigos de la falta de coraje necesario para abordar una crisis económica, social, política y sanitaria, donde las personas han tenido que cubrir con sus ahorros previsionales la urgencia de este momento. Gracias al Parlamento en la aprobación de iniciativas como el Ingreso Familiar de Emergencia, el bono a las pymes, el postnatal de emergencia, solo por mencionar algunas, muchas chilenas y chilenos enfrentaron sus urgencias.
Por eso quiero destacar la labor del Senado, y del Congreso en su conjunto. El liderazgo de la presidenta del Senado, nos permitió articular una agenda de mínimos comunes claves para avanzar en la protección de las familias en esta coyuntura crítica. Yasna Provoste Campillay demostró en su rol ser capaz de articular soluciones reales para la población y estoy segura, que el desafío presidencial que asume le hará justicia a su carrera política, su trayectoria de servicio y dedicación por el bien común, con las personas en el centro.
El Senado debe seguir siendo el lugar donde se encuentran las soluciones que los chilenos y chilenas necesitan. Ese es mi compromiso, desde este espacio me comprometo a seguir impulsando las transformaciones que la ciudadanía reclama, con gobernabilidad y consensos amplios, permitiendo así la reconstrucción del país que debe ser inclusivo, con justicia social que nos permita dar estabilidad y dignidad a las familias.
Una de mis luchas, en las que hemos coincidido con varios de ustedes como tarea primordial, y nombro aquí a los integrantes de las comisiones de trabajo y de hacienda, dice relación con lograr pensiones justas y dignas.
Tenemos varios desafíos más por delante, uno de los más importantes, lograr una verdadera democratización y descentralización territorial donde sean las regiones las que puedan tomar sus decisiones con recursos y facultades reales, tema que estamos trabajando con los Nuevos Gobernadores Regionales y el Gobierno.
Pero también nuestro compromiso estará en lograr la reactivación económica donde las Pymes y las Regiones tendrán un lugar protagónico. No olvidando al mundo de la cultura y el turismo, que requieren de nuestra especial preocupación.
Debemos avanzar de manera robusta en la recuperación económica, combatir el desempleo y respaldar a las Pymes, que son el motor de la economía y la principal fuente de trabajo de los chilenos y chilenas. Necesitamos un nuevo impulso, y esa reactivación económica debe ser con valores ecos sustentables y amigables con el ambiente.
Además, en esta crisis, nuestras mujeres han sido las más afectadas, retrocediendo más de 10 años en el mundo del trabajo. En esta gestión, las mujeres serán parte esencial de la agenda y nos dedicaremos a revertir la situación por la cual están atravesando en la materia laboral y también en el importante rol de cuidado que han tenido en la pandemia.
Tengo plena confianza que seremos capaces de transformar la incertidumbre en certeza. Con dignidad, con foco en el empleo, sobretodo de las mujeres, en el crecimiento económico, pero no a cualquier precio, ni en el ámbito medioambiental y cambio climático, ni menos laboral. Hace un par de días conocimos el informe del INE que nos señalaba que la mitad de los trabajadores apenas recibió $420 mil pesos mensuales en 2020, insuficiente para mantener una familia con mínimo de dignidad. La verdadera dignidad de los trabajadores está en su autonomía, por ello debemos ser capaces de otorgar empleos dignos y decentes.
Sin lugar a dudas, vivimos tiempos de cambios y de transformaciones profundas, no sólo la que lleva adelante la convención constitucional, que está trabajando para rediseñar nuestro marco institucional y dotar al país de una hoja de ruta para las próximas décadas, sino que también una elección presidencial y, al fin, una elección parlamentaria donde el binominal quedará definitivamente en la historia, cuando se complete la renovación de la otra mitad de este Senado.
Entonces, cuando se abre el debate sobre la técnica o la política, digo, observemos la técnica, pero nunca más dejemos de lado la variable política, ahí están las personas, las familias, la comunidad, y por quienes tenemos que buscar fórmulas para entregar salarios dignos a cada uno de los ciudadanos de esta tierra. Fomentar y potenciar la igualdad de oportunidades, con respeto mutuo, a su dignidad y respetando nuestro medio ambiente. El crecimiento económico y el desarrollo sostenible son compatibles y países como Alemania o Nueva Zelanda lo han demostrado con creces!
Es en este momento donde nos jugamos la reconciliación entre la política y la ciudadanía, lo que es clave para superar la grave crisis por la que atraviesan las instituciones. Los partidos, los que nos dedicamos a la política, el sistema de justicia, las instituciones encargadas de velar por la seguridad, todos debemos cumplir con nuestro mandato, que no es otro que poner el bienestar de las personas al centro de nuestras preocupaciones y de nuestra acción.
Es indispensable plantearnos una reforma profunda de instituciones de la República, desde la institucionalidad. Necesitamos reflexionar acerca del rol del Senado y del Congreso en el debate nacional del presente y futuro. Fortalecer los vínculos de la sociedad con las instituciones y organizaciones de base. Para estos desafíos, la unión de nuestro sector y ofrecerle a la ciudadanía una visión de desarrollo futuro y responsable, es clave.
“Nunca más sin nosotras” nos emplazó el movimiento feminista. Yo agregaría “nunca más sin los ciudadanos”. Es por eso que debemos orientar nuestra acción a lograr un sistema de garantías y derechos sociales para que nunca más las familias chilenas dependan de la arbitrariedad de un gobierno para afrontar sus necesidades. Debemos ser capaces de incorporar a los ciudadanos en las reflexiones y la búsqueda de las soluciones.
Finalmente, y como decía el gran filósofo francés Jean de La Bruyère, “el único exceso permitido en el mundo es el exceso de gratitud”.
Y hoy, me corresponde agradecer.
Soy mujer de región, nieta de panadero, hija de profesora. Mi padre, fue el único profesional de 7 hermanos. Estudie en un colegio católico, crecí escuchando de la Revolución en Libertad, la sindicalización campesina y la Promoción popular.
Agradecer a mis padres, Ricardo que ya no está, pero sé, que me observa y con sus enseñanzas me guía. Luisa, mi madre que hoy, por los designios de la vida está aquí conmigo después de casi 18 meses en que la pandemia nos separó… Estaba escrito madre que este día llegaría y tú estarías acá conmigo. Ambos me entregaron los valores que iluminan siempre mi camino; nunca olvido que cuando le preguntaban a mi madre qué la había enamorado de mi padre, ella respondía que él era igual a Eduardo Frei Montalva, alto, delgado y narigón…. La respuesta de mi padre era por cierto menos intelectual… él simplemente decía: las piernas de tu madre y su risa…
A mis hijos, Valentina, Juan Pablo y Juan Carlos que inspiran día a día esa travesía. Mis nietas Jacinta y Alba que son la promesa de un mundo mejor, a Mi yerno, Felipe
Mi pareja Christian, un tremendo compañero, acompañador, comprensivo y cariñoso. Eres el roble que permite que no decaiga por mas duras que sean las batallas.
A mis hermanos, compañeros, colegas, a la Democracia Cristiana, mi partido de toda la vida, a todos los hombres y mujeres que hoy me acompañan en este gran y noble desafío. De norte a sur de mi país.
La región del Maule, mi región que me ha confiado su representación en este Congreso, quisiera nombrar a muchos y muchas, hombres y mujeres de ese territorio donde están mis ancestros maternos… los simbolizo en nuestra gobernadora regional Cristina Bravo.
Agradezco también a todos y cada uno de los funcionarios y funcionarias de este Congreso, secretarios, abogados, profesionales, técnicos y personal apoyo que no sólo tienen una calidad humana y profesional dignos de su cargo, sino que desde el primer día me han brindado su deferencia y cariño. Y, finalmente, a mi equipo territorial y legislativo, que me han acompañado en cada desafío que emprendemos.
Sólo espero que nuestras opciones reflejen nuestras esperanzas, no nuestros miedos. Esa será mi consigna. Por ello, hoy, los invito a todos y todas a unirse a este recorrido, complejo y convulso, pero también luminoso, que nos llevará a un Chile más justo, solidario y con mayor desarrollo humano, con perspectiva de género y profunda empatía.
Los desafíos son más que importantes y debemos ser capaces de entender que la ciudadanía nos ha colocado en este lugar y en este tiempo, para representarla y dar las batallas que ella nos demanda!
A mi bancada, Gracias por ver en mi la persona de este tiempo y este lugar… A mis colegas de coalición por el respaldo que constituye unidad. A los colegas de la coalición de gobierno, mi compromiso de trabajo inclusivo y dialogante.
A mi patria, mi compromiso. Mi lucha, es vuestra lucha. Nuestros sueños, son mis sueños!