🔴LEE DISCURSO DEL NUEVO PRESIDENTE PDC FUAD CHAHÍN

Gracias queridos camaradas por haber respondido a la invitación a renovar nuestro compromiso, el compromiso de todas y todos, con Chile y con la Democracia Cristiana.

Gracias también por este reconocimiento que acaban de hacer a la directiva que ha encabezado Myriam Verdugo y por todos los camaradas de la directiva. Ella y todo el equipo de la directiva nacional que hoy nos ha entregado el mando representa lo que yo espero ver en cada uno de nosotros, como ejemplo de entrega al partido: valentía y coraje, fuerza en la adversidad, firmeza en la conducción, buen trato y espíritu de servicio.

Yo lo espero todo de los que dan testimonio y, como siempre, las mujeres nos dan el ejemplo.

Gracias Myriam. Te lo digo a nombre de todos y todas las que estamos aquí. Vendrán muchas batallas, vendrán días mejores, muchos levantarán nuestras banderas. Pero nada de esto va a ser posible si tu no nos hubieras encabezado en el momento más difícil. Por eso tendrás siempre nuestra gratitud ahora y siempre.

Quiero también darle las gracias a todos ustedes por el respeto y el cariño que yo sentí cuando presenciaron una rogativa, el We tripantu, que a mí me conmueve en lo más profundo. No saben lo que es para mi que iniciemos una nueva etapa reconociendo nuestras raíces. Doy gracias a Dios que me haya permitido compartir este momento, en que puedo decir estas palabras a nombre de la Democracia Cristiana con dos grandes camaradas que me han dado todo y a los que les debo todo. Me refiero a mi padre y a mi madre que están aquí y que me acompañan, como me han acompañado siempre.

Nuestros pueblos originarios, permítanme decirlo con orgullo, mi pueblo, el mapuche, tiene en su corazón una sabiduría ancestral de la que podemos aprender mucho. Saben dar gracias por cada nuevo comienzo. Agradecen el inicio de la nueva vida que está a punto de emerger de la tierra. Saben del contacto con la naturaleza. Se tienen continuidad de la tierra. Agradecen y cuidan todo lo que Dios les dio. Para que todo se cuida. Para que todo se regeneré. Para que todo vuelva a crecer.

Si camaradas. Hay que saber dar las gracias por lo que tenemos. Hay que saber vislumbrar el futuro que está a punto de surgir. La primavera que viene. El sol de septiembre de nuestra canción. Es la sabiduría de los que saben dar gracias a la vida. La misma sabiduría que encontramos en la Biblia, como cuando Isaías le decía a su pueblo: “No traigáis a la memoria lo que ya pasó, no piensen en lo que sucedió hace tiempo. Miren, ¡estoy haciendo algo nuevo! ¡Ya comienza a brotar! ¿Todavía no lo ven?”.

Así es camaradas, de la mano del testimonio podemos dar inicio a un nuevo comienzo. Eso es lo que hemos simbolizado en este acto solemne. Es la herencia que nos han dejado nuestros fundadores y nuestras fundadoras y que queremos honrar: Chile será mejor si nosotros somos mejores. Para triunfar hay que ser consecuentes. Para tener un país solidario tenemos que tener un partido fraterno. Jamás rendirse, siempre estar en la vanguardia.

Es muy hermoso compartir esta ceremonia con la JDC y su cambio de directiva. Al mirarlos, yo recuerdo las palabras que Patricio Aylwin dirigía a nuestros jóvenes cuando explicaba porque se hizo demócrata cristiano en su juventud. Y él nos decía: “Yo pensaba que lo nuestro era el testimonio y nada más. Que así iba a ser siempre. Pero estábamos dispuestos. El poder se veía muy lejano”. Recuerden bien estas palabras, que son las de un Presidente de la Republica. Nada detiene la fuerza del testimonio, la energía de la coherencia, la persistencia en la acción. Prepárense para ser mejores. Todo lo demás, vendrá después.

Porque ese es nuestro camino, el de dar testimonio en el nuevo ciclo político que comienza.

A todos nosotros nos preguntan: Y ahora ¿qué van a ser ustedes? ¿Dónde está la Democracia Cristiana? ¿Dónde van? Otros incluso preguntan: ¿Con quién se van a conversar?

Estas son preguntas que hay que saber contestar. La Democracia Cristiana no tiene que ser sinónimo de dudas sino que tiene que aportar certezas. Tiene que aportar claridad en medio de la confusión. Tiene que ofrecer un rumbo.

Los que estamos aquí sabemos que no nos equivocamos cada vez que ponemos los principios al principio y los cálculos y las conveniencias personales al final.

Sabemos dónde queremos estar. Sabemos a quién queremos defender. Sabemos por qué luchar.

¿Qué pueden esperar de nosotros?

Yo quiero que la Democracia Cristiana se ponga a la cabeza de la gran marcha de Chile. Si camaradas, porque vamos a representar a los que marchan, pero no solo a cientos ni a miles sino a millones:

A los que todos los días salen de sus casas para llevar los niños al colegio.

A los que salen a trabajar y esperar dejar seguras sus casas y llegar a un trabajo digno.

A las mujeres que avanzan haciéndose espacio y exigiendo respeto.

A los jóvenes que entran caminando a escuelas, liceos e institutos con la esperanza de construir un Chile más justo.

A los que van de puerta en puerta por un empleo y no lo encuentran. A los que quieren emprender y no encuentran una mano extendida que los apoye.

A los que llevan sus enfermos al médico y no lo encuentran, los que necesitan una pensión digna y no la tienen.

A todos los que salen en busca de ayuda y de solidaridad, esperando encontrarla.

Estamos y estaremos de su parte y en contra de todos los obstáculos que encuentran en el camino. Así es que tenemos mucho que hacer y grandes luchas que dar.

La Democracia Cristiana rechaza un sistema que pone a las personas al servicio de un crecimiento, cuyos frutos se reparten con extrema desigualdad. Así no se logra el desarrollo con rostro humano. Nacimos, existimos y seguiremos luchando para que esto no ocurra.

Si un día nos planteamos una Revolución en Libertad, hace ya 30 años, hoy, que tenemos libertad, vamos a emplear la libertad que reconquistamos para proponerle a Chile tomar rumbo a una Revolución de la Dignidad: un cambio a favor de la vida digna, en todas sus facetas.

No queremos un mundo que ponga a las personas al servicio de una carrera desenfrenada por tener más. La comunidad desaparece donde predomina el egoísmo. Queremos un mundo que ponga todo lo que logramos al servicio de que podamos ser todos mejores personas.

¿Saben qué está mal camaradas? Está mal que tantas de nuestras familias trabajen honradamente todo el día por sus hijos, y no tengan una vida digna, sino una vida de agobio, de angustia, de jornadas laborales extensas, largos trayectos para ir y volver al hogar y de escaso tiempo para compartir. No hacen nada mal y no pueden tener una buena vida. Para ellos existe la Democracia Cristiana, para ellos queremos una revolución de la dignidad. Simplemente para que el trabajo digno permita tener una vida digna.

En los primeros 90 días la Directiva Nacional priorizará 7 temas o tiene 7 pilares en una agenda que ponga al PDC en la primera línea del debate nacional en sintonía con las aspiraciones ciudadanas. Cada una de ellas implicará un proceso de dialogo con los ciudadanos, el trabajo de nuestros profesionales y técnicos, la consulta a nuestros dirigentes regionales y locales, el escuchar a líderes sociales y la decisión de nuestras instancias regulares.

Hay que partir predicando y practicando. En el plazo de un año nos proponemos que la DC sea el partido que mejor cumpla las normas de transparencia en Chile. Actuaremos de cara a la gente. En términos de estructura, declaración de intereses, financiamiento, gobierno partidario y prácticas-canales de comunicación pro accountability, orientados a atender denuncias propuestas y recomendaciones de la ciudadanía respecto del partido y sus representantes.

A nivel nacional impulsaremos penas de cárcel efectiva y severas para todos aquellos actores que corrompan o caigan en delitos de corrupción y cohecho. Impulsaremos una nueva ley de lobby bajo estándares que impongan la obligación sobre la autoridad y sobre los privados o instituciones titulares o mediadoras de una gestión de intereses.

Libraremos una batalla sin cuartel contra los monopolios, oligopolios y carteles empresariales que cooptan sectores de la economía, inhiben una sana competencia, perjudican a proveedores y consumidores e impiden el salto al desarrollo de nuestra economía y profundizan abusos.

Educación: La revolución de la dignidad comienza en la infancia y va de la mano de la educación. Estamos convencidos que, sin cambiar las reglas del juego no será posible el desarrollo personal y colectivo de los chilenos más vulnerables. Sabemos que las mayores brechas generadoras de inequidad están en educación y salud. Vamos a identificar y defender las políticas públicas que aseguren calidad junto a la gratuidad. Nuestros puntos de vista serán públicamente informados a los ciudadanos y defenderemos nuestros puntos de vista en todas partes.

Nuestra apuesta está por educar culturalmente, cívicamente, y contribuir de esa forma a derrotar la intolerancia, la desigualdad, la orfandad identitaria más allá de ídolos y referentes culturales vacíos.

Salud. Pondremos el eje de nuestras propuestas en potenciar la salud y seguros públicos. El progresivo desmantelamiento y descuido del sector público en beneficio de los seguros privados sólo nos ha llevado a profundizar las brechas en oportunidad, acceso y calidad de la atención en salud.

En materia de seguros privados, terminaremos con la integración vertical existente entre prestadores y seguros.

Previsión. Esta es una materia en que nuestra camarada Carolina Goic ha hecho grandes contribuciones, nos preocuparemos por poner término a la discriminación actual por preexistencia por motivos de edad o género. Queremos una nueva ley de Isapres, con un Plan único de salud, terminar con tabla de factores y avanzar hacia un arancel único.

La revolución de la dignidad pasa por preocuparnos de los adultos mayores y eso implica reformar el actual sistema de jubilación y hacernos cargo de forma solidaria de las lagunas previsionales que se producen en ciertos sectores importantes de la población, como es el caso de las mujeres y los adultos de la cuarta edad.

Defensa del medioambiente y de nuestros recursos naturales. Una revolución valórica implica también una defensa de la explotación, uso y preservación de nuestros recursos naturales. Por ello proponemos potenciar el rol de Enap como generador de nuevas energías limpias y garantía de mayor competencia y mejores precios en mercado regulado de la energía, un Codelco que avance hacia producción de cátodos amigables con el medio ambiente y que sea el articulador de una revolución tecnológica-productiva desde el litio y su nacionalización en cuanto recurso estratégico. Por otra parte, debemos cautelar la protección de un recurso escaso como el agua. Por eso nos jugaremos por una nueva política y regulación que desincentive la especulación y promueva su mejor explotación y uso.

Vamos a sostener la necesidad de contar con una institucionalidad proactiva, preventiva y participativa que involucre a todos los actores y comunidades afectadas. Y seamos claros: Debemos ser activos impulsores de una derogación de la ley de pesca actual y regular no sólo las cuotas, sino también los incentivos para proteger e integrar estrategias de cuidado y proliferación de la población de las especies marinas.

Seguridad. No basta tener una política de control de corto plazo. Sobre todo trabajar sobre la prevención del delito y la reinserción social de quienes delinquen para no perpetuar y alentar las escuelas del delito. En nuestra propuesta nos preocuparnos de especial forma por nuestros jóvenes, nuestro presente más que futuro. Apoyaremos un servicio nacional de reinserción social especializado en materia juvenil. Por otro lado, debemos atacar de raíz la nueva delincuencia que más amenaza a los jóvenes y una sociedad construida sobre pilares valóricos sólidos: hablamos de la narcodelincuencia y narco cultura que infiltra de manera dramática todas las instituciones y tejido social. Nuestra alcaldesa Claudia Pizarro nos puede hablar y enseñar mucho sobre esto. Hoy los verdaderos portonazos a la tranquilidad y seguridad de nuestras familias están en el micro consumo y el narcotráfico que lo sustenta.

Participación ciudadana y regionalización. No es aceptable que estamos a muy pocos meses de elegir gobernadores regionales y no estemos aun preparados como país ni administrativamente, ni financieramente, ni socialmente. Nosotros tenemos que tener proyectos regionales, programas municipales, prácticas de participación ciudadana a nivel local que poner como ejemplos. No renunciaremos jamás a construir una sociedad comunitaria desde las comunas y desde las regiones.

Estamos orgullosos de nuestra historia. Y lo que nos enseña la historia del partido es: siempre avanzar y nunca repetirse. Los principios son los mismos, los desafíos van cambiando.

Cada nueva generación tiene que atreverse a abrir nuevas sendas. Y es lo que nos toca a todos nosotros hacer ahora.

Por eso, en estos momentos, cuando junto a la directiva, nos toca conducir al partido, sabiendo que lo que suceda está en manos de todos los presentes, yo quiero pedirles a todos, humildemente, que pongamos lo mejor de nosotros al servicio de la Democracia Cristiana, y pongamos a la Democracia Cristiana al servicio de Chile.

A los militantes de la Democracia Cristiana les pido:

Como siempre lo han hecho, háblenle al país con el testimonio de su servicio. Hágannos presente en la vida cotidiana y en las organizaciones comunitarias.

Por nuestra parte, cuenten con que nunca más se enteran por los diarios de los que hacen sus dirigentes nacionales, sino que tendrán la información oportuna, los argumentos a mano, la preparación suficiente, la ayuda oportuna para que pueda representarnos de buena forma. Vamos a basar la recuperación de la DC en la dignidad reconocida del militante.

A nuestros dirigentes comunales y regionales les pido:

Hagan del partido la casa común de todos los militantes. Abran las puertas para que sean muchos los que entren para eso tienen que informarse y formarse como es debido.

Por nuestra parte les decimos que trabajaremos en conjunto en la reorganización del partido a fin de adaptarnos a los nuevos tiempos, y hacer que todos los militantes cumplan con tareas y asuman responsabilidades.

Perdónenme, pero en este punto no puedo dejar de recordar hoy a ese gran demócrata cristiano que fue Narciso Irureta. Él, hace exactamente 28 años, un 22 de junio, dirigiéndose a la Junta Nacional, decía estas palabras que hago mías: “Conmigo que nadie se haga una ilusión. Voy a hacer todos los esfuerzos del mundo porque en todas partes seamos de verdad camaradas, seamos de verdad amigos, seamos de verdad un solo cuerpo”. “Se -decía Narciso- que todos nosotros entramos al partido siguiendo un ideal. Y yo quiero no perder nunca esa visión ideal del partido”.

A los diputados y senadores del partido les pido:

Hablen fuerte y claro a nombre de la democracia cristiana, que haya temas de interés nacional sin nuestra voz haciéndose presente.

De la directiva tendrán vinculación permanente y trabajo conjunto en las materias en que se necesita resolución partidaria.

A los alcaldes, concejales y consejeros regionales de la Democracia Cristiana les pido:

Trabajen para que sus comunas sean ejemplos en la construcción de comunidades fraternas.

Nosotros les decimos que, desde ya, empezamos el trabajo para ganar la próxima elección municipal y de gobernadores regionales que será una de nuestras preocupaciones preferentes desde hoy y todos los días.

A los dirigentes sociales y sindicales les pido:

Hagan que el 50° aniversario de la ley de juntas de vecinos y organizaciones comunitarias nos encuentre reimpulsando la participación DC en las organizaciones sociales más importantes.

A nuestra querida juventud, a la JDC les pido:

Asuman el liderazgo que les corresponde. Aporten su vitalidad y entusiasmo para renovar el partido. Pongan su sello en nuestro proyecto de país y asuman puestos de representación en las próximas elecciones.

Como presidente del partido les pido algo muy concreto: Quiero que 300 jóvenes sean candidatos del partido en las elecciones municipales. Encuentren los mejores y tendrán todo nuestro apoyo. Recuerden siempre: no se ama lo que no se conoce, ustedes prepárense, conociendo Chile en sus comunas.

A nuestras mujeres les pido:

Sigan siendo el ejemplo de coraje, dedicación y entrega al servicio público del cual nos enorgullecemos. No por nada nos han encabezado en los momentos más difíciles y en las pruebas más duras. Ahí está nuestra candidata presidencial y senadora, Carolina Goic, nuestras senadoras Yasna Provoste y Ximena Rincón, nuestra diputada Yoanna Pérez. Las alcaldesas DC de la Región Metropolita: Claudia Pizarro, Carolina Leitao y Carmen Gloria Fernández. El aplauso dado por ustedes a Myriam Verdugo y a las dirigentes de la Mesa entrante y saliente lo dice todo.

Y sin embargo, siento que estamos en deuda con nuestras mujeres. Podemos hacer más y apoyar más. Ese es nuestro compromiso: preparar, presentar y elegir más mujeres como representantes populares y de dirigentas en el partido. La revolución de la dignidad tendrá rostro de mujer.

A mis camaradas de la Mesa y al Consejo Nacional les pido:

El partido necesita tomar posiciones en los temas nacionales y requiere identificar el núcleo de acuerdos que todos compartimos. Eso requerirá un trabajo muy activo del Consejo por lo que trabajaremos codo a codo.

En nuestra próxima sesión les propondremos una modalidad de trabajo que nos permita tomar posiciones en pocos meses en, a lo menos, los siete temas que estimo prioritarios definir posición Demócrata Cristiana.

A nuestros cardenales yo se los pido de una forma muy especial:

Enséñenos a querer al partido. Entreguen la posta a las nuevas generaciones. Háblennos del amor por Chile que no se apaga. De las gestas de las que debemos sentirnos orgullosos. Que en los ojos de los jóvenes quede su mira. Que nada se pierda, que todo tenga continuidad. Nadie en Chile tiene lo que tenemos nosotros en ustedes. Por eso yo no me olvido de agradecer y les pido un aplauso para los que una misma bandera y dos nombres en el corazón: Falange Nacional y Democracia Cristiana. ¡Un aplauso!

Como ven, camaradas, a nombre del partido, le he pedido mucho a todos ustedes. Es justo, entonces, que les diga que pueden esperar de mí.

Camarada: Este es un acto pensado como una celebración en comunidad y fraternidad demócrata cristiana. En los días que siguen tomaremos contacto con los demás partidos. Por ahora solo quiero adelantar dos palabras.

Al gobierno le decimos:

La Democracia Cristiana siempre estará disponible para acuerdos de cara a la ciudadanía y al servicio de Chile.

Pero entiendan que no le vamos a hacer la pega, sino que vamos a dialogar para llegar a acuerdos. Dígannos que se proponen y les daremos nuestra respuesta.

Saludamos a los partidos con los que hemos compartido coalición y les decimos:

Estamos preparados para llegar a acuerdo y para debatir nuestras diferencias. Encontrarán ustedes una Democracia Cristiana fuerte y firme en sus convicciones. Somos un partido que define cercanía por coincidencia de principios y de proyectos.

Lo que la Democracia Cristiana quiere y espera es reciprocidad en el trato. Respetamos a los demás y esperamos respeto. Cumplimos con nuestra palabra y esperamos que los demás hagan no mismo. Honramos nuestros compromisos y esperamos que lo mismo. La Democracia Cristiana es fácil de entender, seguimos una norma simple que respetamos y hacemos respetar. Como una vez dijo Ignacio Walker: “amigos siempre, subordinados nunca”.

Pero lo primero es lo primero, antes que nada, el dialogo que hay que recuperar es con la gente, es con los ciudadanos.

Siempre hay una canción, un poema, que nos recuerda lo fundamental. Cuando preparaba esta intervención, me vino a la cabeza, unas palabras que todos nosotros hemos cantado más de una vez:

“Entra en la casa del pobre,

y has que su rostro sonría.

Para el que busca trabajo

se tú, fuerza y compañía”.

Si amigas y amigos, si camaradas. Esa es la Democracia Cristiana que yo quiero, que todos queremos, la que es fuerza y compañía de los pobres, la fuerza y compañía de los agobiados, de los que más nos necesitan, de los que quieren una vida mejor haciendo lo mejor. De la gran mayoría.

Por cuando damos testimonio, cuando reconocemos los signos de los tiempos nuevos, es mucho lo que damos, pero es mucho más lo que recibimos. Porque nuestra fuerza viene de compartir de compartir el pan con los mismos que queremos servir. En manos de los humildes ponemos nuestro destino.

Nos preguntan, ¿con quienes se van a reunir? Y nosotros decimos, “con todos, por supuesto, porque creemos en el dialogo”. Pero lo primero será entrar en las casas de nuestros vecinos, en la vida de nuestros cercanos, en la convivencia con los sencillos. Después, todo lo demás. Si hacemos esto, una revolución nos espera, la revolución por la dignidad para tener una patria para todos.

Si alguien tiene duda, recuerden lo que vivimos hoy, lo que aprendemos de mirar alrededor. Díganles a quienes pregunten: cuando renovamos nuestro compromiso teníamos ante nuestros ojos, en lo mas alto, las figuras y el ejemplo de nuestros grandes líderes, a un lado y otro tenía a mis camaradas, y nosotros estamos juntos, con los pies firmes sobre esta tierra, nuevamente dispuesto a hacernos parte de la gran marcha de Chile. Díganles, vengo de ver, nuevamente, a la Democracia Cristiana ponerse de pie.

Muchas gracias.

Descargar: 

Discurso de asunción a la Presidencia DC1